Un estudio reciente demuestra que los árboles tienen pulsaciones como un corazón humano que late.
Los árboles siempre han sido y son una fuente inagotable de curiosidad debido a la energía que de ellos emana cuando los tenemos cerca.
La revista New Scientist publicó un estudio de cómo los humanos y los árboles vivimos al ritmo de un mismo latido, ellos tienen pulsaciones auténticas, casi corazón. Éste estudio fue relizado por el experto en Biociencia de la Universidad de Aarhus en Dinamarca doctor Andras Zlinsky.
El interés por la Dendrología está en aumento en los últimos años, esta ciencia pertenece a la rama de la botánica que estudia la identificación, distribución y clasificación de las plantas, principalmente árboles, arbustos y sus maderas.
Así mismo la Botánica ha sufrido recientemente cambios importantes, ya que todas las terapias que se realizan en la naturaleza, o alrededor de los bosques, por ejemplo La Marcha Nórdica son cada vez más exitosas.
Parece que el Ser Humano busca un retorno a las primeras cosas de la vida, probablemente olvidadas por nuestro actual ritmo de vida y nuestras ciudades contaminadas.
Buscamos un retorno saludable junto a estos seres majestuosos e indispensables para la vida humana y animal en la Tierra.
Los árboles según el doctor Zlinsky tienen cambios periódicos de forma, sincronizados en toda la planta y más cortos que un ciclo de día/noche, lo que hace que cambie también su presión del agua. Por lo que drenan el agua de las raíces a las hojas de la misma forma que lo hace el corazón con la sangre.
La diferencia estribaría en que el “corazón “de los árboles sólo emitiría 1 pulsación/ cada 2 horas para regular dicha presión, frente a los 60/100 latidos por minuto del corazón humano.
Así mismo al practicar Marcha Nórdica de una forma regular, preservamos la salud cardiovascular irrigando sangre a todo nuestro organismo.
Ya sabemos que todo ejercicio tiene que estar personalizado y supervisado por un profesional, pero lo que es indudable es que nuestro deporte al hacerlo en la Naturaleza, nos aporta beneficios extras a nivel físico y emocional.
La Naturaleza es sabia y nos ha dotado de mecanismos, instintos e impulsos destinados a sobrevivir y a ser más felices. La mayor parte de nuestro tiempo lo pasamos actuando contra natura, trabajamos muchas horas, vamos corriendo de un lado para otro con prisa y con mucha ansiedad, casi como si nos estuviésemos enfrentando a fieras prehistóricas. Sufrimos de celos, de dependencia y vivimos los duelos como si creyésemos que somos inmortales.
Esto NO ES NATURAL, y nos hace sufrir demasiado, creemos que el mundo es peligroso.
Si nos fijamos en la Naturaleza observamos que todo lleva su latido propio, los animales corren para disfrutar y cazar pero no como si les fuese la vida en ello ( salvo momentos excepcionales), ni por creencias irracionales.
Sabemos que hacer Marcha Nórdica nos ayuda a conectar con el medio ambiente dejando a un lado la creencia de que somos importantes , casi divinos, sólo somos humanos, y estamos igual que los animales en un orden establecido.
Debemos fijarnos más en los árboles que son plantas tremendamente poderosas, cuanto más arraigados está en la tierra, más alto se pueden extender al cielo. Ellos están muy quietos absorbiendo la energía de la tierra y la fuerza universal desde los cielos.
Tenemos que abrazar nuestra biología y a nuestros árboles, lo que nos pida el cuerpo. Abandonar las obligaciones y disfrutar de los pequeños placeres como Marchar entre los bosques.
El Bosque es un medicamento sin efectos secundarios, caminar entre ellos hace que las células se regeneren y el corazón se nutra. Los bosques son incansables tejedores de los equilibrios atmosféricos, guardianes de la salud, nos alimentan y nos protegen.
Desde Planeta Nordic Walking os proponemos un paseo de Marcha Nórdica de relax durante dos horas, entrando con actitud calmada y meditativa en la atmósfera del bosque, respirando lentamente, dejándonos guiar por los sentidos, escuchando, oliendo, tocando, abrazando, mirando y observando cuanto nos rodea, disfrutando del momento presente. Mirando y oyendo la cantidad de vida que se abre a nuestro paso, y que muchas veces pasa desapercibida. Dando gracias por poder contemplar todas las maravillas que la vida nos da.
Detrás de cualquier árbol se abre la puerta hacia LA MAGIA